7 sept 2017

Poesía Contemporánea: Hilsa Rodríguez




ES TERRIBLE ESTE REFUGIO

De alguna manera me siento una araña herida
que deambula con millones de perros llorando 
y se refugia en cuevas que hablan
que lloran. 
Estas eufóricas cabezas rojas que vuelan juntas 
que están perpetuadas en las paredes negras 
jamás dolerán como tú.
Porque tú me has querido con el corazón hecho un laberinto
Me has querido con el salvajismo con que se ama a los animales perdidos 
¿Para qué esconderme en estas cabezas si el corazón ya no camina?
Te extraña. Y tu ausencia solo olerá la muerte de aquellos perros.  
Permaneceré endemoniada en este altar donde me aman.
Seré simplemente una loba o quizá una mariposa. 
Pero estaré muerta.
Deseando verte una vez más. Oliendo a todo este mundo podrido.  
Posiblemente hoy sea el final de esta historia 
Y dolerá, dolerá dulcemente.  
Así me aferraré a la idea de verte caminar por el cielo.
perpetuando una nueva especie. 
Y cuando nos encontremos
Seremos simplemente dos aves estrujándose el alma
en este hórrido cielo.


BALADA PARA UNA LIBÉLULA 

De todos estos corazones agigantados
El mío solo sabe doler
Mira cómo se revuelve mi infancia en ese pozo
Se rompe segundo a segundo como una libélula
Incluso las alas perturban sus latidos
Incluso desaparecen sus uñas 
como arraigados constelaciones de sangre 
como una niña llena de dolores de tanto ver  cerros borrascosos.
Por eso mi madre ha inventado la palabra cielo
Y mi tristeza se ha vuelto tierra
 y las rocas hablan 
y caen abismos
que pulverizan en cantidades inmensas 
los pocos corazones que tenemos
y así los unimos 
en una misma bolsa
para ver 
qué tan grande es el amor. 
De todos estos corazones agigantados
El mío solo sabe doler.
Mira cómo se ha quebrado el corazón 
en millones de partes
ya nadie lo toca
porque la luz ha parido 
una mujer vestida de negro
que amanece entre tanta risa
cerca de la euforia 
de estos pies heridos por el sol.
La muerte se ha enredado en sus ojos 
y solo sabe doler 
y yo me cobijo
Me cobijo
Siempre en sus brazos.


DESPRENDERSE 

Desprenderse
es afilar las navajas
en el ancho cuello del niño
Desprenderme
de ti 
del silencio
de la fragilidad
y del miedo
es incendiar a toda la humanidad en mis ojos
pero
más que todo
desprenderme
de ti
solo de ti.



Hilsa Rodríguez




Hilsa Rodríguez. Egresada de la Universidad Nacional de Trujillo - Mención Lengua y Literatura. Ganadora de la Convocatoria  Poesía Hembra II - 2016. Ganadora de la Convocatoria de Relato y Fotografía de la Revista Limeña El Bosque – edición número 9 - 2016. Mención honrosa en el Concurso Nacional de Cuento y Poesía de Sucre, Cajamarca, Perú - 2017.

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